La única diputada balear de Vox en el Congreso, Malena Contestí, anunció este lunes por la noche, a través de un duro comunicado, su renunci...
La única diputada balear de Vox en el Congreso, Malena Contestí, anunció este lunes por la noche, a través de un duro comunicado, su renuncia a liderar «ninguna de las listas de Vox de cara a las elecciones del próximo 10 de noviembre», así como también «el fin» de su militancia en el partido que preside Santiago Abascal. «Vox no es un partido político. Vox es un "movimiento" extremista y antisistema, y con ello me ha traicionado», lamenta en dicho comunicado. Cabe recordar que ya el pasado mes de agosto Contestí había anunciado que renunciaba a todos sus cargos en Actúa Baleares, socio inicial de coalición de Vox en el Archipiélago, a raíz de las denuncias aparecidas en varios medios de comunicación sobre presuntas irregularidades contables. Por una parte, trascendió que la antigua tesorera de Vox en Baleares, Nuria Díez, había presentado su dimisión por la «absoluta confusión» que, a su juicio, existía en la contabilidad del partido. Por otra parte, se publicó que una parte de las donaciones hechas por particulares para financiar la anterior campaña electoral de Vox en Baleares se habrían destinado durante varios meses a otros fines, en concreto, para que cinco miembros de la dirección de Actúa cobrasen una cantidad fija mensual por supuestos trabajos de asesoría. En respuesta a Contestí, el presidente de Vox en Baleares y actual diputado autonómico, Jorge Campos, negó entonces que se hubiera podido producir cualquier posible irregularidad. Campos compareció además en rueda de prensa para denunciar que lo que habría sucedido fue que hubo una «conspiración» y un «complot» para intentar hacerse con el control de la formación en Baleares. «No podemos tolerar que se nos acuse de financiación irregular. Para mí, particularmente, es un insulto. Llevo 20 años denunciando los tejemanejes de otros partidos», señaló. Asimismo, anunció que se había encargado ya una auditoría de todas las cuentas de la formación. En ese contexto, la dirección nacional de Vox emitió el pasado 8 de agosto un comunicado, en el que lamentaba la publicación y difusión de «numerosas informaciones inciertas y malintencionadas sobre Vox Baleares». Por ello, la dirección expresaba, en primer lugar, su «apoyo total y sin fisuras al Comité Ejecutivo Provincial de Vox Baleares y a su dirigente, Jorge Campos». Además, mostraba «su plena confianza en la Justicia, ante la que denunciará todas las calumnias e injurias vertidas sobre la formación en las últimas horas». Por último, anunciaba la puesta en marcha de una investigación interna para «depurar responsabilidades». Duras acusaciones Ahora, casi dos meses después, Contestí —abogada de profesión— ha anunciado su marcha de Vox. En el comunicado hecho público ayer, la hasta ahora diputada recuerda que hace casi dos años llegó a la política y cofundó Actúa con «la ilusión de poder defender activamente en la vida pública» ideales que consideraba capitales, como «la unidad de España, la lucha contra el secesionismo, los derechos lingüísticos para que nadie sea discriminado por estudiar español en España, la libertad económica y el descenso de impuestos y trabas, la disminución de la sobredimensionada administración, o la correcta fiscalización del mal uso de los fondos públicos». Sin embargo, aquella «ilusión inicial» se fue tornando poco a poco en «una profunda decepción» tras la coalición electoral que provocó su llegada a Vox. Se trataría de una «decepción derivada de la imposición de un dogmatismo que golpea como un yunque en todos aquellos ideales que parecieron hacer a Vox necesario». En ese contexto, Contestí cita «múltiples escándalos de supuestas irregularidades que no sólo no se investigan sino que se protegen, la exclusión y el insulto constante a los demás partidos, demagogia, homofobia y extremismos varios». Según la política balear, Vox buscaría «política de titular», donde lo importante sería «hacer ruido para salir en prensa, y para lo cual todo vale, incluso la manipulación, la criminalización de los disidentes internos o la banalización». Contestí recalca en su comunicado que no vino a la política «para esto» y añade que sintió «profunda vergüenza» viéndose relacionada con «un oportunista independentista como Salvini». A continuación, critica que Vox cuestione el matrimonio entre homosexuales, que se expulse del partido por «una foto con la bandera del movimiento gay», se manipule la realidad «para vincular directamente el terrorismo con la inmigración», se criminalice a la mujer que «pasa por el trauma de abortar» o se irrumpa en minutos de silencio «con pancartas políticas». Para Contestí, Vox «se ha convertido, al calor de las financiaciones, en un ejemplo claro de proselitismo totalitario». A continuación, añade que «España no necesita seguir mirando al futuro desde los odios y el bloqueo. España necesita estabilidad, sentido de Estado, abandonar la polarización y proteger los derechos y las instituciones, tan vilipendiadas por los extremos últimamente». Contestí enfatiza en su comunicado que España necesita mirar al futuro con «frescura, esperanza y evolución» en estos momentos. «Y muy a mi pesar, este movimiento ha demostrado en demasiadas ocasiones lo contrario. Por eso prefiero irme a casa que seguir en Vox», concluye.by via España
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